Corría finales de 2014 cuando en una de las RU de MSX de Barcelona vimos por primera vez una beta sobre lo que iba a ser el remake del famoso Who Dares Wins II de Alligata Software. El revuelo fue grande, ya que se trataba ni más ni menos de todo un remake para los MSX de segunda generación.
Durante un tiempo, su nutrido equipo de desarrollo, con gente como Nene Franz (Zombie Incident) en el quipo, enseñó avances hasta que hubo un tiempo de silencio. Algunos pensábamos que el proyecto se había estancado y temíamos que no llegara a buen puerto como en otras ocasiones ha sucedido, pero llegado 2016 en la RU de Diciembre llegó el bombazo. Who Dares Wins se distribuyó a través de la AAMSX y muchos usuarios pudimos disfrutar finalmente de tan ansiado juego. Actualmente y para el que quiera disfrutar de este arcade puede dirigirse a la web de MSX Cartridge Shop de Manuel Pazos.
Para quienes no conozcan este juego o no le recuerden haremos un repaso. En él somos un intrépido soldado en el que debemos barrer a todos los enemigos que podamos durante ocho pantallas llenas de frenesí bélico. Es un run and gun de los de toda la vida que se pusieron muy de moda en los años 80 y parte de los 90. El juego bebe indiscutiblemente y seguro que a más de uno se nos ha pasado por la cabeza, del legendario Commando de Capcom que recibió un port para MSX1 muy deleznable. De hecho, para mí Who Dares Wins es el mejor juego de este
estilo junto a Contra de los existentes para el estándar MSX, como Commando, Desperado, Ikari Warriors o Final Zone, este último con componente estratégica.
Who Dares Wins puede ser jugado a uno o dos jugadores simultáneos, lo cual no es lo habitual en nuestro sistema, aunque tenemos algunos buenos ejemplos. Nada más empezar, la acción y diversión están garantizadas. Nos vamos abriendo paso a base de disparos y lanzando granadas de mano si es necesario, aunque debemos ir controlando su número para no quedarnos sin ninguna. De todas formas, podremos en cada pantalla y a lo largo de todo el recorrido abastecernos de ellas (recordemos que el recorrido es en vertical).
No solo deberemos vigilar con los soldados de a pie, sino que aviones, tanques, jeeps, lanchas y vagonetas querrán impedir a toda costa que lleguemos a cada puesto de mando y pasemos de fase. Además de los enemigos, deberemos vigilar con el terreno si no queremos llevarnos una desagradable sorpresa... Encontraremos también prisioneros de guerra a los que deberemos intentar salvar aunque no es obligatorio para avanzar, pero si no quieres que te tachen de cobarde...
Los cambios respecto al original de Alligata son múltiples y brutales, y vamos a repasarlos un poco por si no lo tenéis, decidáis compraros uno. Lo más destacable son los gráficos para MSX2 llevados de manera magistral en screen 5. La definición y animaciones son muy buenas, un regalo para la vista. Además entre fase y fase contamos con visual scenes que harán las delicias de los usuarios, acompañadas de texto en el que el personaje explica por todo lo que está pasando y nos mete aún más si cabe en el juego (si es que aún no estábamos metidos). Estas escenas tienen un aire a la querida saga Metal Slug de SNK que tanto hizo disfrutar en los salones recreativos y consolas varias.
En este remake se le ha introducido la música que no tenía ¡y además con SCC! Los temas son todo un lujo y te sumergen a la perfección en el desarrollo del juego. Si queremos gozar de ellas tranquilamente, en el menú principal podremos escucharlas detenidamente sin la presión de que nos vuelen la cabeza. En este mismo menú además podremos jugar con el balance del SCC y del PSG, algo totalmente acertado ya que algunos modelos de MSX suelen tener diferencias con el volumen de estos dos chips de sonido. El cartucho ya lleva SCC incorporado, así que no
tendrás que preocuparte de conectar un cartucho SCC en tu segundo slot.
En dicho menú además puedes cambiar la paleta del juego entre tres tipos diferentes, contando con la que ya lleva el juego por defecto. Es un regalo para los usuarios más exigentes, y además podemos cambiar a 50 o 60 hz según nos guste y es que los chicos de Retro Force han querido contentar al mayor número de usuarios posibles y no han querido dejar nada al azar. Todo un trabajo encomiable.
El packaging es bonito, con una ilustración que nos recuerda a juegos más actuales de PC (nada de mierdas renderizadas) pero que no deja de ser muy chula. El manual está en castellano lo cual es de agradecer para los que tenemos un triste nivel de inglés.
Por todo ello, para mí es el juego o unos de los tres mejores juegos que salieron en 2016 y actualmente, ya que la adicción que crea no decrece ni con las partidas ni con el paso del tiempo.