Yllegó el momento. Pues bien, aquí me encuentro escribiendo una última editorial sin saber muy bien qué decir ni tirar de tópicos. Ha sido una tercera y última etapa de ocho años muy vibrante en la que hemos disfrutado (y sufrido un poquito) durante docenas de horas en la composición de cada artículo, dentro de cada número de MOAI-TECH, intentando ofrecer siempre el máximo de calidad. Han sido veinticinco años en total y veinticinco números sumando todas las ediciones, con parones y tres etapas diferentes: el génesis del cual surgieron once números en papel, con el equipo primigenio de MOAI, amistades y una época maravillosa, luego el retorno donde empezamos la andadura en webzine durante seis años junto a un nuevo modo de ver las publicaciones sobre el ordenador MSX, y por último, la resurrección, como el ave fénix después de otro parón de unos añitos.

Transcurrido todo este tiempo, solo podemos decir que ha sido gratificante el aportar toda nuestra ilusión para que otras personas pudieran seguir disfrutando de este hobby/afición, leyéndonos e intentando que esa lectura significara un rato agradable y de desconexión. Creemos que en cierta medida ha sido así, y eso ha sido la recompensa para nosotros.

Jamás hemos buscado ser los más leídos ni ningún reconocimiento, esto es un entretenimiento no un trabajo, y siempre lo entendimos como tal. Aunque a veces nos rondaba la pregunta: ¿cuánta gente leerá la MOAI-TECH? Pues al final, han sido más de las que nos pensábamos, pero siempre tuvimos el convencimiento de hacerla costara lo que costara, aunque fuera para un muy reducido grupo de lectores.

Las razones de terminar aquí, son sencillas y primarias que se resumen en: el tiempo. Tiempo para uno mismo para invertir en otras cosas igual de gratificantes.

Como se decía en el artículo de despedida de la MSX Club, los usuarios de MSX quieren jugar a los Simpson y se afeitan el bigote. Bien, nosotros más que bigote tenemos ya espolones, y cada uno de nosotros quiere hacer algo diferente. Yo sinceramente dudo que juegue a los Simpson, pero entre otras cosas tengo cuentas pendientes con POW, Xak II, Space Ranger, Pampas & Selene, Intruder y un sinfín de títulos del estándar MSX.

Mi especial agradecimiento a Pol Roca que ha sido pieza indispensable para poder entrevistar y traducir artículos al japonés, que para mí fueron vitales para poder ofrecer al usuario nipón un pequeño contenido de la revista en su idioma. Ha sido nuestro pequeño homenaje hacia el estándar nipón y sus usuarios en el país del sol naciente. También agradecer a Isaías Pérez Rosales, que con su buen tesón nos ha dado una ayuda valiosa con sus artículos. Y a todas las personas que de una manera u otra colaboraron.

Gracias a ti que estuviste leyéndonos y espero que disfrutando de la lectura.

Hasta siempre.



Yotra vez yo también cierro el círculo. Esta emocionante aventura que rescatamos Julio y yo toca a su fin. Y ya han sido unos cuantos círculos MSXeros cerrados... Desde los veinte años que voy haciendo proyectos para nuestro ordenador, y al cabo de un tiempo, estos se concluyen por diversos motivos. Nunca pensé que el último acabaría a mis cuarenta y siete años. Pero visto lo visto, ¿debo decir que jamás volveré a hacer algo para el MSX? Lo que es bien cierto es que sigue perenne en mi escritorio. Escuchar músicas con él es una especie de terapia, o mejor aún, un regalo de paz. Solo lo uso para ese menester, pero sigue en primera fila...

Me he divertido mucho diseñando este webzine durante todos estos años, y creo firmemente, que he conseguido dotarle del aura que deseaba: ser algo diferente, amable, atractivo e interesante.

Julio y yo nunca hicimos este webzine por los usuarios de MSX, sino para nosotros mismos. Hemos construido lo que nos gustaba a nosotros, y durante el trayecto, hemos agradecido mucho el buen recibimiento que ha tenido por todos. Este webzine seguirá online mucho tiempo más; no quiero desprenderme ni eliminar mi creación visual. A veces, lo miro en mi iPad, y me maravillo de su esencia.

¿Otro círculo MSXero se abrirá en mi vida dentro de un tiempo? Ni idea. Pero lo que tengo claro es que hasta que me muera, seguiré escuchando esas melodías FM que me dicen, todas ellas, que todo va bien...