Benjamín Llamas fue redactor de la querida revista MSX-Club y Mega Joystick en la época dorada de los 8 bits; algo que a muchos nos hubiera encantado poder hacer en aquellos tiempos o que nos ha servido de inspiración para ayudar o crear nuestras propias publicaciones años después.

MOAI-TECH: ¿Cómo empieza Benjamín a introducirse en el mundo de la informática doméstica?

Benjamín: Me encanta que hagas esta pregunta ya que me traslada mucho tiempo atrás. Todavía lo recuerdo como si fuera ayer... Corría el año 86 (yo tenía 15 años), vivía en un barrio de Barcelona y enfrente de mi casa había una tienda de electrodomésticos para el hogar. El caso es que un día, a la vuelta del instituto pasé por delante del escaparate y vi lo que parecía ser un ordenador personal pequeño y negro conectado a una pantalla de tubo en color. Efectivamente, era un Spectrum (el modelo + en este caso). No me lo pensé dos veces, subí corriendo a casa y dije, ya sé lo que quiero para navidades, un ordenador. La verdad es que no era barato (para nuestra economía) y fue un poco complicado justificar la compra ya que no acababan de entender en casa para que servía "aquello". Finalmente lo conseguí y una vez lo tuve en casa aluciné yo solo tanto cargando juegos como tecleando listados en BASIC de las revistas del quiosco.

Así que no tuviste un MSX desde el principio.

Pues no, mi primer bautizo en informática fue con un Spectrum Sinclair. Al cabo de un tiempo de tener el Spectrum, en el mismo comercio apareció por sorpresa otro ordenador (esta vez un poco más grande) y con un artilugio que me llamó mucho la atención (un cartucho). En concreto, era un flamante Philips VG-8020, que cómo no, me provocó otro amor a primera vista, y luego viendo lo que hacía y lo rápido que era cargar un juego (poner un cartucho, encender y jugar), pues para qué decir más. Otra vez suplicando la compra del ordenador en cuestión. Este, como ya tenía unos gráficos y música mejores, conseguí conectarlo a la TV del comedor (con los problemas que ello conlleva). A partir de aquí, ya vino un MSX2 Sony HB-H9F con una disquetera externa de Sony conectada a un slot de cartuchos y como última compra y que todavía conservo y funcionando, un señor Sony HB-F700S.



¿Cómo se forma la idea en la cabeza de un adolescente y de dónde saca el valor para ir a una revista para ofrecerse a colaborar?

En aquella época como bien sabéis, no había internet y todo se basaba en comprar las pocas revistas que se publicaban en los quioscos (Micro Hobby, Micromanía, MSX-Club, Input MSX, etc.). En la época del Spectrum tenía la suerte de que las revistas traían cintas de casete, pero en las de MSX había que teclear todos los listados e intercambiar los programas entre amigos (en mi grupo había pocos de MSX respecto a otros sistemas). El caso es que estaba absorbido por la informática a nivel de horas de dedicación y cada mes esperaba como un niño que trajeran las revistas al quiosco (el pobre señor que tenía el quiosco ya estaba de mí hasta el gorro).

Cuando tenía ya unos 16 años, un día no recuerdo cómo, vi el teléfono de la editorial y me decidí a llamar (fue como muy natural). Les dije que vivía en Barcelona y que me gustaría poder colaborar en la revista. Me dijeron que me pasara y que verían qué se podía hacer. Yo creo que no buscaban colaboradores (o no lo recuerdo) pero el caso es que cogí el metro y me planté un tanto nervioso en la puerta de Manhattan Transfer. Una vez dentro, creo que la primera persona que conocí fue a Willy (Guillermo Miragall). Me recibió y me preguntó, ¿qué sabes hacer relacionado con la informática y el MSX? Bueno le dije yo, acabar juegos básicamente. Bien me dijo, ¿sabes escribir artículos? Pues sé hacer redacciones complejas, pero de ahí a escribir un artículo en una revista de tirada nacional pues, no sé yo. Así que me dijo, no te preocupes, te dejamos un juego (ahora no recuerdo cuál fue), lo acabas, lo comentas y nos lo traes escrito a “máquina de escribir”, (todo era muy rudimentario en esa época). Y así fue como me inicié, pasé la prueba y listo, comenzó mi colaboración en Manhattan Transfer.

¿Cómo te sentías al acercarte a las oficinas de Manhattan Transfer?

Al principio bastante nervioso y preocupado por estar a la altura. Para mí eran como "Dioses" inalcanzables. Luego, con el paso del tiempo todo se normaliza y ves compañeros, personas que te ayudan, vamos un equipo. Con el tiempo fui conociendo al resto de compañeros de la redacción (Ronald, Alberto, Sacha, Joaquín, Carlos Mesa, etc.).

¿En aquella época estudiabas o trabajabas? ¿Qué le pareció a tus padres?

En cierto modo, hacía las tres cosas. Estudiaba Bachillerato, trabajaba a tiempo parcial en un restaurante y en mis ratos libres me dedicaba a “destripar” juegos y hacer los artículos. Mi madre veía que pasaba muchas horas ante el ordenador (nocturnas) y no acababa de ver claro dónde me llevaría todo esto de la informática. Gracias a que dedicaron dinero a la compra de los equipos y a mi afición, llevo trabajando en Sistemas hasta la actualidad. Desde estas líneas, quiero agradecer si se me permite, el apoyo que recibí de mi madre a la hora de financiar estas compras. Para nuestra economía era un gasto importante y difícil de justificar, pero gracias a ello hoy puedo vivir de lo que vivo.

A la hora de hacer los comentarios de los juegos, ¿pensabas alguna vez que tus comentarios podrían repercutir en las ventas?

En cierto modo, yo creo que no era consciente de si podía tener o no impacto en las ventas mis artículos. Una cosa curiosa, es que pocas veces o ninguna tuve que puntuar los juegos, supongo que por el tipo de artículo y apartado de la revista en la que yo escribía. Cierto es, que salvo alguna excepción, al tener un MSX2, la mayoría de juegos que pasaban por mis manos tenían una calidad que bajo mi punto de vista y poniéndonos en situación de la época, eran muy buenos. Por aquel entonces, el MSX2 era un sistema puntero y las excelentes casas de software (que todos conocemos) que desarrollaban software específico para MSX, sacaban buenos títulos (o por lo menos lo que nos llegaba a nosotros así lo era) por lo que salvo que no hubiera por dónde cogerlo, la calidad media era más que correcta.

¿Qué te parecían los juegos que hacía Manhattan Transfer?

Sé que sonará raro o a excusa, pero no recuerdo haber cargado ninguna cinta de Manhattan en mi MSX2 básicamente porque ya no usaba el reproductor de cintas, todo eran disquetes y cartuchos. Sí que en la redacción vi alguno cargado y claro está, no podían competir con la calidad de los comerciales de las compañías del momento.

¿Crees que secciones como Bit-Bit pudieron afectar en la venta de juegos nacionales?

En toda publicación en la que se puntúa un videojuego a través de un artículo (por llamarlo de una forma genérica), es cierto que puede haber influencia a la hora de la venta de los mismos. Aquí, se podría abrir un debate ya que el tema da para mucho, pero si me lo permites te daré mi punto de vista personal.

En la época, los juegos en cinta costaban 2.500 ptas. y los de cartucho entre 5.000 y 6.000 ptas. Para mí, la diferencia de calidad era abismal ya que por desgracia, muchos de los títulos que salían para MSX lo hacían un poco más tarde que para el resto de sistemas (Spectrum, Commodore, Amstrad) y eran conversiones directas de Z80 (aunque no todos) por lo que la calidad bajaba en picado. Eran quizás más las ganas de tener el título que aparecía en las portadas de las revistas y poder jugar al mismo juego que los demás, pero en tu MSX que otra cosa. Yo recuerdo que cada vez que salía un título de Dinamic, Topo, Erbe y miraba para qué sistemas era, pensaba por favor que salga para MSX... Bueno, pues muchas veces no era así.

Entonces y volviendo a la pregunta formulada, yo no creo que por según qué comentarios, el público dejara de comprar en masa software de producción nacional ya que algunas compañías sí que dedicaban esfuerzos en lanzar productos que aprovechaban las prestaciones de nuestros MSX. Recuerdo que cuando las compañías de software rebajaron a 875 ptas. el precio de los juegos se mejoró, pero desconozco los niveles de ventas. Sí que quiero dejar claro, que bajo mi punto de vista la jugabilidad, grafismo y originalidad de los juegos nacionales era notable, pero a veces esto no era suficiente y la piratería como todos sabemos, tampoco ayudó mucho.

¿Sobre qué número de la MSX-Club o año abandonaste? ¿Fue decisión personal tuya o dejaron de contactar contigo?

Creo recordar que fue durante el año 1989. Si te soy sincero (para seguir en la línea de la entrevista), no recuerdo bien el motivo, pero creo que fue por motivos personales de estudios y trabajo ya que no me suena que me dijeran que esto se había acabado. Sí que recuerdo que los últimos artículos los escribí para Mega Joystick.

¿No sentiste cierta pena al acabar esa etapa?

Todo y que fue natural y personal, sí que recuerdo la extraña sensación de no tener que acabar rápido ningún juego ni de tener que escribir un artículo hasta altas horas de la madrugada porque al día siguiente se cerraba el número del mes o Willy tenía que venir con su cámara réflex a casa para sacar instantáneas del juego mientras pasaba pantallas. Pasar por delante del quiosco y saber que allí ya no había ningún artículo escrito por mí, me daba un poco de melancolía, pero en fin, fue una muy buena época, la disfruté y es con lo que me quedo.

Además de tu MSX también tenías un Commodore 64. ¿Qué te parecían ambas máquinas?

En realidad, antes del Commodore 64 tuve un Commodore Amiga 500, y sí, lo hice al revés ya que lo lógico hubiera sido tener un C64 y luego el A500. El C64 se lo compré a Carlos Mesa cuando cerró la tienda de software en Barcelona (Tron) que por cierto, me obsequió con un montón de cintas nuevas de juegos para el C64 (gran detalle). El A500 era otra historia, en su momento jugaba en otra liga y era espectacular (todavía lo tengo en funcionamiento). Cada uno de los sistemas que he tenido y tengo, han sido muy especiales, cada uno por una cosa y cada uno en su época.

Retomando la pregunta, el sistema MSX ha sido mi predilecto por varias cuestiones (compatibilidad, usabilidad, software de Konami...). Del C64 recuerdo su chip de sonido y unos gráficos más que aceptables (además el desarrollo del soft era dedicado a él por el chip que llevaba). El A500, fue toda una revolución en la época pero para mí no era tan entrañable como el MSX, de hecho lo usé más para edición de vídeo profesional y música que para otros menesteres, aunque también jugaba con él.

¿Qué te pareció la aparición del MSX2+ y más tarde del MSX Turbo R?

Cuando dejé la revista y continué mi vida personal y profesional, desconecté de la informática doméstica y me dediqué a la programación y sistemas a nivel profesional. Esto tuvo como consecuencia que metiera en mi casa (casi obligado) un PC compatible 80286 con su monitor de fósforo verde y su impresora matricial de 80 columnas. Aquí, acabó mi andadura con la informática de 8 y 16 bits hasta hace bien poco (28 años).



Así que fue en esa época cuando te desconectas de la escena MSX.

Sí, justo en el momento en el que entra el primer PC en mi casa. Aparqué el resto de sistemas de la mesa, le hice sitio al nuevo equipo y hasta hoy que he retomado los 3 sistemas (MSX2, A500 y Spectrum +2).

¿Cómo te enteraste de que existía el movimiento actual?

Llevo mucho años anclado en el pasado, en los cartuchos de Konami, sus músicas, su jugabilidad y releyendo artículos de las revistas, pero sin avanzar en ningún aspecto. Un buen día, buscando contenido de MSX por internet, tropecé con una página en la que un tal "Konamito" había hecho una entrevista a un antiguo compañero de la redacción, Ronal Van Ginkel. Igual que en su momento contacté con la redacción, me propuse contactar con "Konamito". Y así fue como retomé el contacto. Me propuso una entrevista en directo y al ver la cantidad de participantes que hubo y la cantidad de temas, novedades, hardware, etc., me di cuenta de que esto no se había muerto, sino que estaba más vivo incluso que cuando lo dejé.

A partir de este momento, me he ido metiendo en foros, he ido a la última RU AAMSX celebrada en Barcelona, he conocido a José "Konamito" y a un montón de personas relacionadas con este mundillo que me han dejado alucinado. Son personas de una edad similar a la mía que han seguido dando caña y dedicando cada uno de ellos tiempo y esfuerzo en algo que les gusta y les apasiona.

¿Sigues teniendo MSX?

Sí, el Sony HB-F700S y en breve un MSXVR que ya tengo encargado. De todas maneras, llevo años jugando con el emulador de MSX en el PC, pero nunca me dio hasta el momento por encender de nuevo el MSX original y comprar de nuevo juegos para él (ya tengo 2 cartuchos de Konami), todo un logro.

¿Qué te parecen todos estos años en que la comunidad MSX (en general la de 8 bits) se ha mantenido a flote durante décadas fabricando su propio soft y hard?

Me parece casi imposible que equipos de 8 bits todavía puedan despertar tanto interés. Es cierto, que lo “retro” lleva tiempo que ha vuelto, pero me da la sensación de que en este campo en concreto, nunca se ha dejado de avanzar.

Antes de que tengas el MSXVR en tus manos, ¿qué te parece el proyecto?

Al principio me pareció casi increíble, que un equipo de personas llevara varios años dedicados a crear un MSX de carne y hueso, vamos físico y comercial. Tras ver alguna entrevista sobre el proyecto, no dudé en encargar uno. En la RU tuve la ocasión de conocer en persona a tres de los miembros del equipo (no sé si son más): Alberto y dos compañeros más que no recuerdo el nombre. La atención prestada fue excepcional, me dieron información con todo lujo de detalles y pude tocar la carcasa final, una pasada. En fin, me parece un proyecto excepcional y una nueva oportunidad que dará aire fresco a la escena, ya que abrirá un nuevo camino a la creación de todo tipo de software y hardware. Desde aquí, mi más sincera enhorabuena al equipo.



¿Tienes pensado volver al sistema MSX para quedarte?

Aunque lo dejara en la época como tal, siempre ha estado en mi cabeza el retomar esta afición. Fueron muchos años de felicidad y satisfacciones personales, muchos amigos y muchas tardes y noches dedicados delante de una pantalla, eso te marca. Sí que es cierto que visto lo visto, me fui de la escena en un momento clave y por ello no he formado parte del movimiento. Volver, estoy en ello, pero veo complicado tras tantos años conseguir asimilar tal cantidad de información, desarrollos de software, de hardware, encuentros, utilidades, vamos un sin fin de "cachivaches" que me superan a día de hoy.

Muchas gracias Benjamín por tu tiempo.

Por mi parte para finalizar, desde estas líneas quiero agradecer a una serie de personas que tras mi vuelta al mundillo del MSX se han portado como verdaderos compañeros, ayudándome y abriéndome las puertas de la información y la amistad. Intentaré hacerlo sin dejarme a nadie:

En Primer lugar José “Konamito” que tuvo la paciencia de montar un directo y aguantarme casi 3 horas ;-).

A todos los organizadores de la AAMSX que conocí en la RU de Barcelona, una pasada de gente que lo vive en primera persona y con una dedicación total.

A los componentes del Podcast Conexión MSX, entregados, amables. Por cierto, Jordi una gran persona con la que puede (si lo acabo de convencer del todo), colabore en alguna cosilla.

A Ramón de MSX Boixos Club, encantadora persona que me premió con una grata conversación en la RU y que a la vez me abrió las puertas de la RU de Badalona.

A David (TroMax) que desde el principio me ha ido ayudando poco a poco con asesoramiento y paciencia.

A todos los componentes de la cena que tuvo lugar tras la RU de Barcelona (Félix, Jordi, FuBu, José Luís, etc...).

Y por último, y no por ello el menos importante, a ti Julio por el interés mostrado en hacer una entrevista a un “dinosaurio” de la prehistoria del MSX. De verdad gracias de todo corazón, ya que el hecho de escribir este texto, ha supuesto para mí sentirme de nuevo redactor.