ime, ¿qué te gusta palpar? Prefieres acariciar esto o mejor aquello... ¿Rozar, friccionar, manosear algo duro o blando, frotar lo rugoso o suave...? Prefieres sentir que ese objeto se hunde y que casi no ofrece resistencia, o preferiblemente que suena a la presión de tu dedo, y lo notas recio, consistente, firme y resistente...
El tacto es un sentido maravilloso y emocionante. Nos proporciona sentimientos, vivencias sin par, y ciertamente no es lo mismo tocar una cosa u otra. El tacto, nos puede entregar asco, indiferencia, placer, miedo... Por eso, amigos míos, no es lo mismo un teclado de un MSX2+ de Panasonic, que uno de Sony, por poner un ejemplo. Para mí, los segundos tienen más consistencia, mejor respuesta sensitiva a la presión, y la experiencia de juego, se acrecienta. Lo mismo ocurre si utilizas un joystick de los años 80, aquellos infames que parecían sacados de la cabina de un avión, en comparación con los mandos arcade, como por ejemplo, un Telemach. Jugar al Gradius, al Usas, o al que desees, con un joystick Telemach, es gozar sobremanera con el juego. La solidez de esos joysticks profesionales, su sonido evocador cada vez que pulsas sus botones, la sensación poderosa de no estar jugando sino, disfrutando...
Por eso, no es lo mismo jugar a nuestros queridos títulos de MSX con un modelo de ordenador que con otro. Menos aún con un teclado de PC conectado a un OneChip o Zemmix Neo... Y por eso decidí escribir esto. Es que ayer me puse el Knightmare Gold y empecé a jugar con mi teclado USB, pero cuando decidí a los pocos segundos coger mi tocho de Telemach... ¡Por Dios bendito! Todo cambió. Sonaron cánticos celestiales; el semitedio se convirtió en emoción, y lo habitual en pura diversión.
Amigos, pensaos muchísimo con qué jugáis a vuestros juegos. La experiencia del teclado o joystick puede resultar radicalmente diferente con según qué modelo.
En definitiva, id insensatos ahora mismo a comprar un Telemach...