ientras estoy escuchando un tema del inigualable Golvellius, me ha dado un destello de nostalgia. Cuando empecé en serio con el sistema MSX, estaba deseoso de cargar juegos una y otra vez desde el alba hasta el ocaso del día. Venía de disfrutar más de una década de salones recreativos, esa gran época dorada del videojuego que se trasladó a los hogares, y que hasta finales del 91 no supe bien lo que era el disfrutarlo en casa.
Rápidamente me moví, y aunque tardía la hora, pude conseguir software todavía en comercios durante un breve lapso de tiempo. Después, a buscarse la vida como hicimos todos. Mis primeros títulos fueron por suerte maravillas del entretenimiento lúdico: Rollerball, Polar Star, Hole In One... Pero quería más y más. Es ahí donde a través del mágico (ya sé qué pensaran algunos) Mercado de San Antonio de Barcelona, que pude hacerme con títulos originales como Super Laydock, Vampire Killer, Golvellius, The Maze of Galious, Metal Gear y F-1 Spirit. Y con estas joyas atemporales fue donde empecé a redescubrir la magia de los videojuegos japoneses que ya había catado en los salones arcade. Era otro término de juegos, algunos un tanto alejados de lo que había vivido hasta entonces, juegos más complejos y amigables que no más fáciles, en algunos casos.
Esa magia sigue extendiéndose a día de hoy movida por la nostalgia poderosa de nuestros seres. Tiempos irrepetibles que te transportaban a otros mundos donde te convertías en héroe, antihéroe, en un deportista de élite, piloto de avión comercial, etc.
¿Por qué elijo Compile de cabecera de mi opinión? Porque, aunque con Konami y otras como T&E, Falcom, Microcabin, también descubrí la diversión y disfruté gozando de esa magia del videojuego japonés (para mí fueron los reyes al menos en esa época), con Compile, mi corazón tiene una relación especial. No conozco apenas a Zelda, pero ponerse en la piel de Keresis fue increíble. Así como pilotar el primer caza Aleste y su hermano Aleste 2 junto a la familia Wizn. También el simpático Randar, los juegos de tablero Rune Master, las Disc Station y más.
Tuve la suerte de conocer en persona al músico Toshiaki Sakoda del cual tengo un grato recuerdo de su visita por España. Agradecí la amabilidad de Moo Niitani al acceder a dejarse entrevistar. El hecho de haber podido hablar con ellos para mí fue algo impresionante.
Al final, supongo que son gustos. Unos prefieren Nike, Adidas y otros Munich. Para mí Compile es y serán mis Munich.